jueves, 25 de junio de 2009

Diarios de Joseph Corelli (III)


Logré dar una pequeña cabezada de unos minutos por la mañana... Al despertar mis ideas volvieron a aclararse un poco y todas mis dudas se disiparon. Al fin volvió ese escepticismo mío que me hace sentir tan seguro, en un mundo en el que muchas de las cosas que he vivido no son posibles. ¡Qué demonios! Soy detective... Si algo he aprendido todos estos años es que las cosas no son nunca lo que parecen, y si todo esto parece sobrenatural, alguna explicación habrá.

Lo que sucedió en el cementerio no es el primer caso extraño que he vivido, pero si de los más recientes. Lo primero que hice fue pasarme por allí a ver que podía encontrar. El cordón policial estaba puesto y la vigilancia era mínima. No había nadie de mi departamento que pudiera reconocerme fácilmente, así que usé mi placa para colarme a pesar de estar de "vacaciones".

No quedaba nada de Manson, pero los rastros de la monstruosa batalla aún estaban allí. El hoyo abierto, cruces de mármol hechas migas por los golpes que Vitus se llevó... Entonces me dí cuenta... Entre unos arbustos tras aquellas cruces busqué esos añicos y entre esos añicos algunos estaban manchados de sangre, la sangre de Vitus, y si sangra no puede ser tan raro, y si no es tan raro en el laboratorio podrán averiguar quién es realmente nuestro amigo de pelo cano...

fechado en $%synTaxisERror%%~

lunes, 22 de junio de 2009

Atravesar el infierno

"Antes era algo difícil, ahora es imposible. Ya no es solo la marca del castigo... He atravesado las puertas por propia decisión y sé que no podré salir...
Ya me da igual si es lo justo o lo injusto, ya no se qué es blanco y que negro, solo sé que no permitiré que Gabriel lo vuelva a hacer.
La única duda que queda en mi corazón es si con mis actos no habré condenado a la humanidad. Dios no va a darme la respuesta, así que la buscaré yo mismo..."
Seraphine Vitus

viernes, 19 de junio de 2009

Diarios de Joseph Corelli (II)

Ayer fui a visitar a Ángela a su casa, pero para mi sorpresa no estaba allí. Antes de marcharme un vecino me contó que últimamente solía frecuentar una vieja iglesia a las afueras de la ciudad (Monstruos e iglesias... ¿qué no se le ocurrirán a las mentes más calenturientas?), así que tomé el camino de vuelta hasta ese lugar.
Cuando llamé a la gruesa y corroída puerta me recibió alguien que no me esperaba ¡Era Wilhelm, el tipo que nos acompaño la noche de las cervezas! Tenía mala cara, como si no estuviera acostumbrado a beber como lo hizo aquella noche en mi compañía. Solamente nos conocemos de esa noche, pero después de aquello me siento con confianza para charlar un poco con el.
Me contó que ni ella ni Vitus habían aparecido por aquí desde que los perdimos de vista anoche, se le veía un poco preocupado por ambos, y me imagino que es normal teniendo en cuenta en las historias en las que les he visto metidos otras veces.
Wilhelm también me pidió que le ayudara a buscarles y a investigar algo en lo que llevaba un tiempo trabajando, una patochada sobre el cielo y el infierno como mundos paralelos, una conspiración de la iglesia y tal... No pude evitar soltar una carcajada y decirle que no (después de todo esa gente tampoco me importaba tanto). Cuando me marchaba me preguntó si yo alguna vez había visto la clase de criaturas con las que Vitus se enfrenta y cómo no creía en todo ello, si no me había preguntado alguna vez sobre el origen de esas criaturas, mi respuesta fue que quizá hay cosas que es mejor no preguntarse y me fui.
La frase con la que me despedí solo tenía la intención de engañarme un poco a mi mismo y de terminar con la conversación, pero me había hecho pensar... Entre otras cosas si realmente tendría yo razón con aquello de "Hay cosas que es mejor ni preguntarse". La noche era oscura, volvía a mi piso a pie, no estaba lejos, cuando de pronto en un oscuro y solitario callejón me encontré con un borracho que iba dando tumbos, cuando llegó a mi altura levantó la vista y me observó tembloroso con la mirada llena de un miedo que casi me contagió, después se desplomó a mis pies con una espantosa herida en su espalda. Comencé a sudar y a temblar, un sonido extrañamente familiar se oía a la vuelta de la misma esquina, en ese momento, sentía que estaba perdiendo el control de mis propios actos. Paralizado por el miedo no pude evitar quedarme mirando en la esquina, dónde apareció una terrible silueta negra del doble de mi altura, "Estos son los momentos en los que Vitus aparece y lucha", pensé, pero cuando el aterrador y chirriante rugido que soltó me hizo cerrar los ojos con fuerza salí corriendo como alma que lleva el diablo. Cuando llegué a mi casa no pude dormir... Otra vez...

Fechado en %&·#%aFteRdesCEnT%%_

miércoles, 17 de junio de 2009

Trailer: Seraphine Vitus 1x01


Seraphine Vitus 1x01: Historia del niño solitario
Próximamente...

martes, 16 de junio de 2009

Diarios de Joseph Corelli (I)

Mi nombre es Joseph Corelli, soy investigador del distrito 66 de la pequeña ciudad $%$(failure)3*%. Escribir no es lo mío, nisiquiera me gusta, pero el psicólogo interno me ha recomendado que haga esta bobada del diario.

El caso de Manson ha quedado abierto y nadie sabe donde esta... Bueno, yo si lo sé, despareció tras mutar como un monstruo y ser mutilado por ese Vitus (sé exactamente como suena eso), pero cuando, en comisaría, mencioné dos o tres palabras extrañas que ni yo mismo me creía me relevaron del caso y ahora tengo una semana de vacaciones, "A ver si se te pasa la tontería" dijo textualmente el comisario Roland, y así Ambergsen, jefe del hampa de la ciudad, sigue libre de toda culpa ya que la única prueba es un hoyo en el cementerio. Aunque al menos la semana no fue tan aburrida cuando un día recibí cierta llamada de Ángela, una amiga a la que apenas conozco.
La de ayer fue una buena noche, la noche de las cervezas. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, aunque quizá el ambiente fue un poco solitario y mi única compañía consistió en la de aquel ex-cura, (maldición, ahora no recuerdo como se llamaba, Rilem o algo así) ya que perdimos de vista a Vitus y a Ángela... Supongo que se fueron juntos (ju, ju). Francamente nunca pensé que compartiría un momento así con una panda de...raros como esa a los que apenas conozco más allá de las extrañas peripecias por culpa de las cuales tengo que hacer esfuerzos para dormir como es debido...
A veces pienso que no se trata más que de extrañas pesadillas..¿incluso quizá la noche de las cervezas fue un sueño?... Creo que desvarío, estoy bastante seguro de que es real, incluso conservo cicatrices de algunas "aventuras", aunque no es fácil considerarlo real teniendo en cuenta que hablamos de un tipo vestido de raro, con aspecto veinteañero de unos 2 metros con piel y pelo blancos como la nieve y, maldita sea, capaz de sacarse antiguas armas japonesas de la manga para luchar contra extrañas criaturas que aparecen de la nada a las que nuestras armas no les hacen efecto(aunque tampoco he probado a lanzarles un buen pepino, solo sé que las 9 mm no les hacen ni cosquillas). Dios, no tengo ni idea de que demonios estoy hablando...
Mañana voy a ir a visitar a Ángela en calidad de amigo, supongo que para pasar el rato mientras estoy de "vacaciones", y de paso preguntarle a ver si sabe alguna cosa sobre esta extraña historia y demostrarme a mi mismo que esta gente existe fuera de las noches surrealistas. Localicé su vivienda en un pueblecito de las afueras, creo que llego antes por la autopista, pero da un poco de miedo tomarla después de aquel accidente múltiple del otro día por culpa de las carreras ilegales, no quisiera toparme con uno de esos niñatos, especialmente teniendo en cuenta que no hubo detenciones, solo víctimas...
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